PRONUNCIAMIENTO LTF N° 1: Repudio al Congreso de Derecho Penal 2013 de
la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y Convocatoria a un “Contra-Congreso”
de “no derecho penal"
Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, 3 de octubre de 2013
El espacio abolicionista del
encierro y toda otra variante punitiva Locos, Tumberos y Faloperos (Espacio
LTF) a través del presente comunicado manifiesta su total rechazo por la
organización, estructuración, sistematización y contenido del Congreso de
Derecho Penal celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires, entre los días 25 y 27 de septiembre del corriente año.
Con suma preocupación advertimos
que “la academia” vinculada a la “cuestión criminal”, incluso aquellos sectores
que por su trayectoria y pensamiento podrían definirse como “progresistas”,
persiste en esa vieja costumbre de
darle la espalda a las problemáticas sociales de fondo.
El derecho penal está en crisis,
su funcionamiento plagado de perversiones estructurales demostró a lo largo de
toda su historia una irrefutable inoperancia a la hora de pretender regular y/o
solucionar satisfactoriamente los conflictos sociales. Su legitimidad carece de
sustento. Mientras gracias a sus vericuetos y aparentes bondades persistan
instrumentos tan nefastos como la cárcel, su exaltación como límite del “poder
punitivo” es claramente insuficiente. Derecho penal y poder punitivo son apenas
dos caras de la misma moneda, quien pretenda afirmar lo contrario asigna al
derecho penal funciones “benignas” que claramente no tiene.
En este contexto y atento a lo
antedicho dedicar un congreso de derecho penal a hablar exclusivamente de
derecho penal, sin asumir –ni siquiera- someramente la posibilidad de construir
prácticas superadoras, no represivas y palmariamente más eficaces que éste, nos
parece un acto autista, conservador e irresponsable por definición.
Dicho en otros términos: si
realmente nos preocupa regular y/o resolver conflictos sociales el derecho
penal debe necesariamente ser abordado por fuera del derecho penal. En caso
contrario, voluntaria o involuntariamente, no haremos otra cosa que legitimar
siglos de explotación, disciplinamiento, exclusión, estigmatización y barbarie
y por supuesto -insistimos con lo mismo- jamás resolver ni la más burda de las
controversias cotidianas.
Basta de eufemismos y tibiezas. El
derecho penal mata. El derecho penal legaliza la tortura. El derecho penal
destruye todo ámbito de posible reparación de los daños ocasionados por alguno
o algunos de los protagonistas del eventual conflicto. El derecho penal
reproduce verdades para pocos. El derecho penal protege a esos pocos, silencia
a las mayorías y en nombre de la “justicia” reverencia idílicamente al statu
quo.
Hablar de “culpabilidad y
neurociencias”, de cuestiones concursales, de “delitos impropios”, hablar de
aspectos meramente dogmáticos o hablar de la democratización de la justicia
incluyendo en este “slogan” algo tan paradigmáticamente antidemocrático como el
derecho penal y, por el contrario, no dedicar ni una palabra a la mediación
comunitaria, a la justicia restaurativa o a la imaginación no punitiva y/o al
abolicionismo penal al que fervientemente adherimos, no tiene porqué ser
aceptado con tanta pasividad y condescendencia, ni por nosotros ni por nadie
que se defina a sí mismo como medianamente crítico.
Desde el Espacio LTF creemos en
la Universidad Pública como un ámbito idóneo para el permanente cuestionamiento
de lo “constituido” y no como una fuente de reafirmación compulsiva de que nada puede ser modificado o de que estamos condenados a vivir con lo que
existe.
Nos preocupa que los estudiantes
en forma masiva hayan sido cómplices de semejante evento, que las estructuras
se mantengan inalterables, que pocos levanten la mano con bronca o se indignen
por escuchar siempre los mismos discursos, que la solemnidad siga siendo
protagonista, que la asimetría asuma el control de hablantes y oyentes, que el
diálogo brille por su ausencia, que los salones huelan a limpio, a nada, a
fórmula matemática. Y que además la
farsa sea tarifada. Que se cobre por asistir al circo y que se pague y se
celebre cada uno de los movimientos ensayados con un aplauso lleno de silencio,
“opio popular” y resignación.
Invitamos a todos aquellos que compartan
nuestra posición a organizar, promover y participar de un “contra-congreso” de
“no derecho penal” en el día y horario que conjuntamente fijemos a esos fines, despojados de todo oscurantismo académico. Libres.
Creativos. En plazas públicas, en la calle, sin trajes, sin corbatas.
Escuchando la voz de los presos y sus familiares, de las organizaciones de
base, de los militantes y no meras conferencias de profesionales del derecho o
juristas “consagrados”. Es momento de revolucionar el universo de la “cuestión
criminal” exaltando desde lo político- conceptual posiciones tales como el
referido abolicionismo penal, pero también desde lo epistemológico, rompiendo
la siniestra sacralidad en la que tristemente está inmersa la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires y la mayoría de los docentes,
autoridades y estudiantes que por allí pasan.
CRONOGRAMA del CONGRESO de
DERECHO PENAL. UBA 2013: